por Vannessa en Revista HAZE Año 5 - Nº34
Plantas sagradas olvidadas entre tanta profanación, adulterio y censura del conocimiento de las medicinas enteogénicas. Entidades ancestrales con poderes de transformación tan altos que son sometidas al desconocimiento, la ridiculización y la confusión, por parte de quienes controlan al sistema opresor, persiguiendo la información ancestral del uso de los vegetales con poderes de reflorecer nuestra divinidad interior.Hubo un momento en la historia de la creación, donde el espacio/tiempo fue reprogramado, el conocimiento singular se fragmentó y quedamos encerrados en el lenguaje que nos contagiaron los invasores virales. De esta vampirización nacieron la ciencias: la física, la química, la filosofía, las religiones y todas las demás partes del rompecabezas del mandala alquímico. El conocimiento solo nos trajo más y más preguntas, generando dudas y confusiones en el sendero del despertar. Nunca nos fue revelada la verdadera tecnología de nuestro hardware (cerebro), ni tampoco nos fue dado el software (lenguaje) correcto para hacerlo funcionar. Nos obligaron a correr en una programación adulterada, continuando la viciosa colonización de nuestras mentes y voluntades a través del miedo, robándonos así la fe del espíritu para siempre. Con esta técnica de fragmentación, el sistema opresor esclaviza a millones de personas diariamente en procesos industriales con fines e intenciones siniestros. Este conocimiento que nos ofrecen es una idea fija de identificación a algo que es tan solo una danza de energía singular transformándose eternamente en todas partes. Podremos relajarnos y contemplar ese baile sin preguntas, cuando trabajemos en conjunto para salir del punto de vista del observador en el momento que la pregunta existencial fue creada. Logrando escapar de la visión del Yo, regresamos al Tao, donde el equilibrio perfecto nos revela el más profundo silencio del abismo...