Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

lunes, 14 de marzo de 2016

Ícaro



Introdúceme en tu cuerpo
desde allí yo te hablaré.
Introdúceme en tumente,
desde allí te alumbraré.
Introdúceme en tucorazón,
desde allí te daré calor..
Oirás mi voz de serpiente
deslizarse en tu oído.
Verás mi luz sin verla
a través de los sentidos…
Y mi calor te seguirá
más allá del frío frío
Y seré parte de ti,
tierra lanzada al infinito…
Mi voz te susurrará
cosas que crees no saber.
Dentro de ti vas a encontrar
la respuesta a tu ser Ocho (8),
doble círculo fecundo
dos serpientes enroscadas,
te hablan sin decir…
que te dicen sin hablar…
NADA
Soy la energía en ti dormida,
despiértame ya.
Quiero ascender,
reptar de una vez,
cruzar el cero (0) ya,
cerrar el círculo aquel,
donde la flor duerme en la cruz…
Cuando el azul llegue a tu cara
y la luna a tu cabeza,
a su encuentro yo iré,
serpiente roja,
desde la base,
a fundirme con el sol…
Y mi voz te guiará
a través del agua
con el color del amor…
(Este Icaro es de Rosa A. Giove Nakazawa)