Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.
sábado, 20 de febrero de 2016
enfermo amor
el abrazo de la serpiente se hizo inminente
sus ojos, su lengua
y todo yo sin saberme y sin decirme
me alarmaba el suspenso y el silencio
el alargamiento de los segundos
la espera del próximo movimiento
como un diálogo de amenazas
que pronto ceden al acto
nos habíamos visto antes
nos habíamos visto como tantas otras veces
en Europa y acá mismo
o en un chat, o en un mensaje
venias diciendome cosas bellas
venias diciendome que te gustaba
pronto te enredaste en tu propio laberinto
y tu laberinto se hizo látigo y se hizo carne
tus escamas sobre mi piel desnuda
tu fría piel sobre mi calidez atenta
mi palidez ante tus ojos
y ante tu lengua, la que yo amaba tanto,
que dejaba verse, al abrir la boca,
filosos colmillos
certero veneno
ya en mi sangre tu anhelo era mi muerte
y tus ojos espantados
tu garganta seca
pronto cediste
pronto volviste a enroscarte para huir
y yo tendido aún, a pocos metros
palpitaba cada segundo por haberte tenido
siendo que tu me tuviste hasta que hube muerto.