1)
No hay condiciones para vincularse con alguien. Las condiciones, si uno elije que haya alguna, surgen del mismo vínculo. Dejá atrás los paradigmas ajenos e inútiles. Fluye en la conciencia. No necesitamos de alguien para ser felices. La felicidad está adentro. Puedo ser feliz con el otro pero no por el otro... y al final de cuentas... el otro es un otro yo, por lo que en este juego de ilusiones lo que libera es alcanzar el estado de observador conciente. Esa es la mayor libertad: estar totalmente presente en el ahora.
2)
Todos necesitamos paradigmas, estructuras, creencias, mitos, historias, verdades asumidas como tales. La razón de crecer, madurar y superarnos en la experiencia de vivir, no reside en negar los arquetipos establecidos sino mas bien utilizar aquellos que sean una escalera hacia el nuevo nivel. Algunos necesitan el fútbol, a otros nos gustan los hombres, hay quienes aman lo extremo y otros se contentan con la meditación. No hay verdad sino caminos. Encuentra tu camino en el fluir de ser vos mismo/a. TOMA CONCIENCIA QUE LA REALIDAD RESIDE EN DEJAR SALIR LO QUE SOMOS. ESA SINGULARIDAD QUE NOS HACE ÚNICOS EN TODOS LOS TIEMPOS Y ESPACIOS PASADOS, PRESENTES Y POR VENIR.
3)
La vida es una plataforma de existencia, una configuración de software, un programa, un movimiento constante: arriba-abajo, adentro-afuera, sístole-diástole, inspiración-espiración, vida-muerte, luz-oscuridad...... en este juego de dualidades todos adoptamos un personaje y nos vestimos de ideas y conceptos, asumiendo un nombre, una posición y cierto grado de reconocimiento de los otros. Nada de eso es pertenencia, es sólo ilusión. El devenir de la conciencia, la energía que fluye en la matriz, la incertidumbre, la improvisación, la selección natural...es lo que llamamos vida. Cada vez que el personaje y sus ideas adquiridas nos quiere convencer de lo contrario aparece la resistencia: enojo o sufrimiento (todas formas de victimización). La revelación es abrirnos al proceso de la vida y bendecir todo aquello que llega a nosotros ahora, sin juzgamiento, sin dualidad. Eso es la vida, no otra cosa. Aleja tus idealizaciones de tu mente pues son tu mayor obstáculo ya que te mantienen en el laberinto del enojo o el sufrimiento. Acepta la duda. No hay ninguna certeza. Todo es cambio. Ábrete!
No hay condiciones para vincularse con alguien. Las condiciones, si uno elije que haya alguna, surgen del mismo vínculo. Dejá atrás los paradigmas ajenos e inútiles. Fluye en la conciencia. No necesitamos de alguien para ser felices. La felicidad está adentro. Puedo ser feliz con el otro pero no por el otro... y al final de cuentas... el otro es un otro yo, por lo que en este juego de ilusiones lo que libera es alcanzar el estado de observador conciente. Esa es la mayor libertad: estar totalmente presente en el ahora.
2)
Todos necesitamos paradigmas, estructuras, creencias, mitos, historias, verdades asumidas como tales. La razón de crecer, madurar y superarnos en la experiencia de vivir, no reside en negar los arquetipos establecidos sino mas bien utilizar aquellos que sean una escalera hacia el nuevo nivel. Algunos necesitan el fútbol, a otros nos gustan los hombres, hay quienes aman lo extremo y otros se contentan con la meditación. No hay verdad sino caminos. Encuentra tu camino en el fluir de ser vos mismo/a. TOMA CONCIENCIA QUE LA REALIDAD RESIDE EN DEJAR SALIR LO QUE SOMOS. ESA SINGULARIDAD QUE NOS HACE ÚNICOS EN TODOS LOS TIEMPOS Y ESPACIOS PASADOS, PRESENTES Y POR VENIR.
3)
La vida es una plataforma de existencia, una configuración de software, un programa, un movimiento constante: arriba-abajo, adentro-afuera, sístole-diástole, inspiración-espiración, vida-muerte, luz-oscuridad...... en este juego de dualidades todos adoptamos un personaje y nos vestimos de ideas y conceptos, asumiendo un nombre, una posición y cierto grado de reconocimiento de los otros. Nada de eso es pertenencia, es sólo ilusión. El devenir de la conciencia, la energía que fluye en la matriz, la incertidumbre, la improvisación, la selección natural...es lo que llamamos vida. Cada vez que el personaje y sus ideas adquiridas nos quiere convencer de lo contrario aparece la resistencia: enojo o sufrimiento (todas formas de victimización). La revelación es abrirnos al proceso de la vida y bendecir todo aquello que llega a nosotros ahora, sin juzgamiento, sin dualidad. Eso es la vida, no otra cosa. Aleja tus idealizaciones de tu mente pues son tu mayor obstáculo ya que te mantienen en el laberinto del enojo o el sufrimiento. Acepta la duda. No hay ninguna certeza. Todo es cambio. Ábrete!