Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.
un problema cerebral que siempre fue más allá de mis posibilidades limitando aquello que más deseaba...
manera de que más me amaras...
acaso si estas teclas no fallaran tan lejos de lo que intento decirte...
acaso si aún te amase
ya no es posible
ya no es posible
ya no es posible
ni ser otro
ni otro tiempo
ni otro encuentro
con vos
conmigo
esas miradas de amor que nos sabíamos dar en las tardes de parques y mates
ese deseo de ser tan como vos me necesitabas sin yo poder ser tan como yo mismo me necesitaba.
Acaso si fuera un problema de alegrías y tristezas...
Me hice cargo de tu luz
Que desde afuera es tan hermosa
Me vi hundido en lo azul
De todo el cielo de Mendoza
Seguí la ruta y camine
Cantando a punto de caer
Me hice imagen de tu cruz
Portando todo el viento zonda
Tu noche pareció preciosa
Y el día se mostro sin fin, sin fin…
Me hice cargo por mirar
Colores de tu piel tan rosa
Es duro olvidarme de vos
En este trampolín de rocas
Igual me quedo con tu boca
Que sabe derretir dolor, dolor….
Fue necesario tanta luz
para poder seguir tu sombra
Me hice imagen de tu cruz
Portando todo el viento zonda
Tu noche pareció preciosa
Y el día se mostro sin fin, sin fin…