Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Abril


Nunca fue un tiempo, ni un mes.

Abril era una procesión de aves...

los vientos de un cambio al inicio...

Nunca un tiempo ni sus flores...

Abril era un temor a asomarnos

a la escuela, cuando ya había iniciado.

Nunca un tiempo...

Para abril ya pasado mi cumpleaños

yo solía quedarme solo en casa

por la tarde...

Y ensayaba un canto blanco,

para no morir,

para no dejar mis canciones de otoño...

Para abril ya el tiempo se esfumaba...

y las olas, los recuerdos y las palabras....

todo eso, más que un tiempo,

era abril.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Lea


Alguna vez te vas a leer estas palabras...

y vas a saber que lo escribí para vos....

Amarte siempre fue un misterio.

No pude amarte después de Leo

sabiendo que no te iba a poder ofrecer

nada bueno...

Sos alguien tan profundo

que siento la muerte sin saber todo lo que sos...

Siempre sufrí tu amor,

y  verte en manos de otros...

por eso tuve que hacer mi camino....

como pude...

apasionada y desgraciadamente...

Y la amistad me dio de vos sólo lo que no pude demostrar

como novio...

Creo tanto en vos...

sos el amor que siempre necesité.

Y Pablo amado también con una grandeza

que supera mi muerte...

quien me ha dado la primera felicidad profunda en la vida.

El despejó los primeros dolores...

Y con él tampoco pude ni supe ser mejor.

Por todo, siempre, gracias a ambos.

Camino


Por cada uno de mis delirios y mis anhelos

he poblado un bosque de fuertes verdes y verdades.

Árboles que como cúspides

besan lo alto

y peregrinan

escala arriba

para esculpir el cielo

con torres y cúpulas y arcadas

en ángulo abierto.

No dudes en percibir

que a tan altas montañas

le suceden tan profundos valles,

y ya ninguno quiere recorrer

las oscuras galerías de las noches de mi alma...

Tras fecundas felicidades,

nadie recorrería

las lúgubres canciones del ocaso

que, también, me han mantenido preso en lo profundo.

A veces, sólo a veces...

Me pregunto qué tanto mundo

he sostenido

que tantos desconociéndolos

presuman de mí,

como si sin serlo,

pudiera considerarme normal a tantas normas

cuando de originalidad se trata mi mundo.