Miro, y, ¿qué ven mis ojos?
En distintas figuras y estrellas,
Zafiros, rubíes, topacios.
Y esmeraldas, y diamantes,
Y amatistas, y perlas,
Y nácar, y todo, ¡de repente!
Y en cuanto la mano muevo,
Mis ojos ven algo nuevo.
A. Izmailov, de la revista Blagonamerenni, julio 1818