Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 10 de junio de 2009

Lo ominoso

Extrañamente, la extraña mente extraña. Se transforma en una Scientia Sexualis. El cartel decía: “Llamado a la solideridad: se solicitan de 6 a 10 textículos de 110 o 220 vulvatios de potencia para ser digitalizados a la bravedad.” Firmaba un grupo que trabaldaba para la creación artística de un discurso político. Luego el panfleto anunciaba: “La hipersexualidad se ha enfermado de heteroinfluenza virus A de tipo pandémico. Lamentablemente contamos con algunos compañeros ocupados por el malestar en la cultura. Solicitamos tenga a bien presentarse en la oficina central del placer.” ¡Me escupe la memoria! ¡Me discute la ignorancia! ¡Me malesta la indiferescencia! Pero advierte al final: “Disculpe las molestias. Estamos trabajando para Ud.”
Javier Sosa