Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 24 de junio de 2009

Rojo


Mi sangre se convirtió en una amenaza.
Mi hígado se convirtió en mi corazón.
Mi corazón está herido de indiferencia.
La indiferencia mata.

Hay otra sangre en otro río,
del otro lado,
que me espera.
Hay otros seres,
del otro lado,
que me esperan.

No es la misma sangre.
No es el mismo río.
Porque somos más que sangre.

Sin embargo,
mi letra está escrita con sangre.

Hay sangre en todas partes,
hasta en los rincones de la memoria.
Hay sangre en el deseo,
en la calle,
en el silencio.

No quiero ir
a donde me llevan mis pies.
No quiero ir
hacia donde todos vamos.

Quisiera pensar que hubo otro tiempo,
otros lugares, otra sangre posible.
Me absorve lo desconocido, lo siniestro...
Penetra mi piel,
.
.
.
va por mis venas,
.
.
.
llega a mi hígado.

Javier Sosa