Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 10 de junio de 2009

El ataque de las páginas


Cuando hallose incauto de silencios, sobre la ventana parpadearon los vuelos de las páginas. Se piso de pie y caminante hasta el balcón divisó la bandada. Temió por sus ignarancias. Sus ojas abiertas, sus alas alzadas y parpadientes apretados en blanco mármol montado. Manda a su criada a ver la vacilante vidriera de enfrente. Pero sus influencias lo inflaman. Toma la manija, gira el giro y ábrela lentamante. Irrumpen las adentradas páginas apartadas del cielo. Sin firmamento, sucumbe en el suelo fundido en falacias. Será velado de velos a la mañana nocturna siguiente y sin honares. Las páginas volarán lejos de nuevo.

Javier Sosa