Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cloudburst



La lluvia,
ojos de agua de sombra,
ojos de agua de pozo,
ojos de agua de sueño.
Soles azules, verdes remolinos,
picos de luz que abren astros
como granadas.
Dime, tierra quemada, ¿no hay agua?
¿Hay sólo sangre, sólo hay polvo,
sólo pisadas de pies desnudos sobre la espina?
La lluvia despierta.
Hay que dormir con los ojos abiertos,
hay que soñar con las manos vacías.
Soñemos sueños de río caudaloso,
buscando su cause, sueños de sol soñando sus mundos.
Hay que soñar en voz alta,
hay que cantar
hasta que el canto eche
raíces, tronco, ramas.
Hay que desenterrar la palabra perdida,
recordar que dicen sangre, la marea,
la tierra y el cuerpo,
Hay que volver al punto de partida.


Javier Sosa (Poimandres)