Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Etéreo


Desear definir la inexistencia es pecar de solitario en un mundo de mentiras y ausencias...
lo cual es admirar la verdad de la vida...
la vida que nadie canta
porque definir la inexistencia es desafío aún en el mismo sentimiento de inexistencia que nadie entendería...

La inexistencia ni siquiera se iguala a la muerte...
es una forma de no vida que nos toca a los que no podemos normalizar la existencia en los parámetros que la cultura exige para poder existir y ser alguien, lo cual significa la misma inexistencia indefinida.

Acaso si algo fuera de los sentidos existiera con algún sentido que no sea heredado...

Acaso si el ocaso no fuera una nueva forma de empezar a ser y ya haber dejado de existir aquél que nos creemos ser.