Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

viernes, 28 de julio de 2017

"No admito" de William Shakespeare (1.564-1.616)




No admito que se pueda destruir
la unión fiel de dos almas. No es amor
el amor que no logra subsistir
o se amengua al herirle el desamor.

El Amor verdadero es tan constante
que no hay nada que pueda reducirlo:
es la estrella de toda barca errante,
cuya altura se mide, no su brillo.

No es juguete del tiempo, aunque los labios
y mejillas se doblegan a su suerte:
no le alteran del tiempo los agravios,
pues su reino no acaba con la muerte.

Y si esto es falso y fuera en mi probado,
ni yo he escrito jamás ni nadie ha amado.