Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

domingo, 30 de julio de 2017

La serenidad de los muertos

Mi piel ha muerto bajo tus ojos.

Mi piel manchada por tu amor, con dolor, sufre tu ausencia una y mil veces.

Sangro si te nombro.

Sangran mi memoria y mis anhelos.

Los pájaros negros han venido a por mí y han comenzado a devorar mis brazos.

Ya si pudiera abrazarte...

En el recuerdo de un beso me salva el silencio.

Sin embargo, mi piel se abre, seca, árida, sucia...

Ya no hay agua para mi sed y no es posible borrarte de ningún modo...

Como una agonía lenta y putrefacta va mueriendo en mí tu nombre y con tu nombre también va mi muerte.