De orquideas y rincones vacios, te abrazaré
Cuando de colores el cielo atardezca y ya no cuente el reloj mis horas,
Perderé el miedo a encontrarte y te abrazaré sin llanto.
Cuando al fin y al cabo ya no haya espejos donde reflejarme, te abrazaré.
No serán las olas del mar ni el agua del río pero te abrazaré.
Cuando el silencio gane a tanta soledad, te abrazare y vendrás a buscarme tu, mi muerte, que por mi vida vendrás.