Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 25 de diciembre de 2014

es desesperante tener la palabra en la punta de la lengua

y no poder decirlo cuando se trata de amor

no es necesariamente una falta de memoria o lapsus

no señores. es reprimir el decir por temor a perder

en estos tiempos hemos tenido que aprender a fingir

a estirar la cosa como un chicle

a hacer como que no está pasando demasiado

no porque necesariamente perdamos algo

sino porque nunca supimos tener a alguien tanto como lo hemos querido

paciencia señores:

amores eran los de antes