es desesperante tener la palabra en la punta de la lengua
y no poder decirlo cuando se trata de amor
no es necesariamente una falta de memoria o lapsus
no señores. es reprimir el decir por temor a perder
en estos tiempos hemos tenido que aprender a fingir
a estirar la cosa como un chicle
a hacer como que no está pasando demasiado
no porque necesariamente perdamos algo
sino porque nunca supimos tener a alguien tanto como lo hemos querido
paciencia señores:
amores eran los de antes