Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

martes, 9 de diciembre de 2014

yo



yo que te he amado tanto

que tanto sé del silencio impregnado de noche

yo que te he amado tanto

ni mis manos ni tu nombre quedan llenos si le llamo

yo que te he amado tanto

no tengo aire para decirte, ni palabras para negarte

yo que te he amado tanto

también amare tu ausencia que está hecha de vos mismo