Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

domingo, 26 de febrero de 2017

Algunas

Algunas tardes encontramos la escalera de marfil.

La escalera de marfil que nos lleva a la magia.

La magia que creamos desde el primer día.

Ese primer día donde se cruzaron nuestros ojos.

Hay un misterio en el amor.

Un gran misterio.

En la trama de la existencia de todo. Siendo humanos por no haber sido quizás rocas o árboles o estrellas.

¿Cómo se comprende un encuentro de esta naturaleza?

Los incontables hechos que en nosotros constelan su sentido.

El devenir de las horas que nos llevaron a desaparecer en las formas paralelas de las otras decisiones que pudimos haber tomado para no llegar al primer encuentro.

¿Cómo le llamo amor a lo que alguna vez viví, si al conocerte transito una existencia en el amor que me hace entender que esto es lo verdadero, lo desafiante y lo misterioso del amor?

Todo es porque algunas tardes, entre otros momentos sin tiempo, encontramos la escalera de marfil.