Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

martes, 7 de febrero de 2017

Entre

Los pliegues de su carne se dejan atravesar para soportar el peso de otro cuerpo en constante vaivén.

Fueron muchos hombres para repetir con algunos.

Era fácil. Era invisible. Era prolijo. Era limpio.

Y, entonces, entregado a satisfacer para ser satisfecho, su mirada y su piel se fueron apagando.

En el deporte del porte varonil, en el placer por el placer, en el juego de elegir al mejor... en el silencio de vibrar en el vacío, yo fui el equivocado, el silenciado, el desaparecido, sólo un cuerpo más.