Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Canto

canciones de otra hora en el muro del ocaso

son siempre las luces que se apagan cuando el fulguroso brillo se opaca

y entonces las palabras sordomudas

las insinuaciones como flechas

sangre que sangra su propia sangre a poco de existir

nuestro amor se hizo carne pero no habitó entre nosotros