en esta mesa con dos tazas de té me siento a esperar la hora
nunca llegan a servirlo... como si el reloj no avanzase quedo clavado en el tiempo
un remolino oscuro de nostalgias se apresuran sobre la vajilla
los silencios se sirven las masas finas y la noche devora jubilosa todas las migajas
en la mesa del amor, sin tiempo y sin comensales quedo solo... hasta que la espera de mi desespere