Quien sepa amar que me lo enseñe.
Quien lo sepa que me lo diga.
Estoy solo y mi corazón quebrado.
Que aunque más no sea un angel me cubra y asista.
Hoy podría ser otro día, pero es el hoy del adios, de la ausencia y del fin.
Duele menos que el amor que no funciona, que no enaltece ni alumbra... pero, en fin, dolerá hasta que sane.