Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 29 de enero de 2009

Ser

Amanecí de noche
hubo un silencio que dijiste ayer
hubo una frase muda en tus labios.

No escribo para decir:
esto no es poesía.
La letra cae muerta ni bien nacida;
la boca como sin hambre
la boca come sin hambre
sin movimientos ni lengua.

Los ojos me devoran la luz
me devoran la piel y sus laberintos.
Hay otro que no soy,
hay otro que ha partido de sí.

Las palabras no las elijo:
ellas se escriben por sí mismas,
como sabiéndose más allá de mí,
como sin saberme ser.

Remota ilusión de lo que digo,
terminar siendo lo que otros leen
sin ser dicho.