Tu cuerpo ha sido mi lectura prohibida
no puedo decifrarte
estoy lejos y no puedo saberme herido...
Abro puertas adentro...
y sigo en ninguna parte
Habrás sido un ángel o un fantasma
Mis pastillas perdidas en el piso
Mis letras muertas...
Dónde quedo la cadencia de mi pluma...
Mis velorios sucesivos...
mi cuerpo frío...
vos me sabes amar como yo no puedo en esta conjetura de culturas...
he vivido tantos años mi propia tragedia que el fuego ya no encuende...
Mis lagunas vacíos... todo está tan seco... y la noche viene y se que su frío me matará.
Ante la sombra de lo inevitable mis lágrimas escriben tu nombre en la tierra seca... pero pronto la humedad desaparece y ni tu nombre me recuerda quien fuiste a horas de i propia muerte.