Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Recuerdos



De este vuelo milenario de palabras

veo a lo lejos sombras de mi propio olvido.

Han quedado saciadas las bocas del infierno

porque he infundido en ellas las mieles del ocaso.

Ya no es la sombra la que me aclama sigilosa

Ya no es el mártir de la estatua de marfil.

Ahora soy yo el sol de mi tumba.

El que calienta la suave carne que se desmorona

El que a millones de años luz sus rayos proyecta

Soy el que da vida a la vida sin muerte que no fui

Soy el eterno retorno de todo lo que existe.

En mi recaen las plegarias milenarias que encierra el misterio.