Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.
domingo, 29 de septiembre de 2019
Suspiro
La reluciente pasión en las modernas vidrieras de tiendas prontas a abrirse por ofertas de temporada.
Y el ensueño de las consumidoras por vestidos en descuentos y las vanas compras impulsivas.
Todo era un sol de primavera y las nuevas lluvias con vientos y alergias.
En el cajón vetusto de un armario chillón se escondían viejas prendas que ya nadie usaba.
Entre ellas el polen de otras primaveras a veces con soles menos opulentos aunque no por eso menos excitantes a la hora de la siesta.
Ella se puso el nuevo vestido rojo y él, excitándose al verlo, le propondría recostarse juntos en una tarde de campo para hacerlo desnudos luego de haberse rasgado las vestiduras.
No todas las alergias actúan del mismo modo.
Pero ese vestido rojo contagió su ritual de sexo desenfrenado al golpe de luz que en sus pupilas dio aquella tarde que ella lo vistiese por primera vez.
sábado, 28 de septiembre de 2019
Invocación a la Osa Mayor - Ingeborg Bachmann
Osa Mayor, baja, hirsuta noche,
animal de piel de nubes con ojos viejos,
ojos de estrellas,
por la espesura irrumpen relucientes
tus patas con las garras,
garras de estrellas,
mantenemos despiertos los rebaños,
pero encantados por ti, desconfiamos
de tus flancos cansados y de tus dientes
agudos y semidescubiertos,
vieja osa.
Una piña: vuestro mundo.
Vosotros: sus escamas.
Yo la muevo, la hago rodar
desde los abetos del principio
hasta los abetos del final,
la resoplo, la pruebo en la boca
y la agarro con las zarpas.
Ya tengáis miedo o no lo tengáis,
pagad en la limosnera y dadle
al ciego una buena palabra,
para que sostenga a la osa de la correa.
Y sazonad bien los corderos.
Podría ser que esta osa
se soltara, no amenazara ya más
y corriera tras todas las piñas caídas
de los abetos grandes y alados
que cayeron del paraíso.
Arriba
En una escalera al cielo
van dos insectos
escalón por escalón.
Vienen otros a vestirlos de pompa,
pues la solemne procesión ascendente
requiere de toda solemnidad como regla.
El pago por subir es perder la propia identidad.
Y, sin identidad,
¿quién puede asegurar la verdadera gloria?
Ya somos muchos los pateados escalones abajo
por intentar una magia prohibida.
Ya somos pocos y menos quedamos.
Por si acaso el sol, de tanto en tanto,
abrimos las alas...
Pero el silencio de dejar de ser
es una cadena de duelos que no puede menos
que hacer el calvario por subir una escalera
donde no hay felicidad ni abajo, ni en la subida.
ni arriba mismo.
martes, 24 de septiembre de 2019
Identidad
¿Quién vengo a ser en este mar de susurros?
¿Cuántas canciones canta una noche cuando el día no llega?
¿Preso de qué verdades quedó mi nombre inocente?
Padre: ya has partido con los muertos y, sin embargo,
yo no sé dónde partir para poder volver a ser alguien.
Flores Cristal
las lágrimas son mis amigas
caen cuando las necesito
parten y las dejo ir
sin que la tristeza me lleve
dónde ellas van solas sin mi
y aquí quedo, preso del peso doloroso
y seco de lágrimas que han partido
caen cuando las necesito
parten y las dejo ir
sin que la tristeza me lleve
dónde ellas van solas sin mi
y aquí quedo, preso del peso doloroso
y seco de lágrimas que han partido
lunes, 23 de septiembre de 2019
Retorno
Mi cuerpo flotaba en un vacío aterrador
y, sólo la paz del destierro, hacía el terror por el destierro.
Deseando pertenecer a otro mundo, uno donde aquello que no pudo ser sea...
Deseando ser más amado de lo que pude ser...
... en ese silencio transcurre mi alma.
Gota a gota de silencio, caen los susurros por acallarlo...
Me digo cosas que hubiera querido escuchar.
Me aliento en una falsa tribuna mientras mi alma patea un gol que no ocurre...
Todo deviene en un caos y hay que volver a empezar.
miércoles, 18 de septiembre de 2019
Dinero
Mi dolor no es moneda.
Sin embargo, cursa en mi una deuda impagable.
Debo dar crédito a ese dinero que me hace desear,
que me desborda, que me complace,
y que vuelve a hacer a mi dolor.
Mi padre, que en paz descanse,
trabajador incansable para que yo sea.
Esto de tener para comer y vivir.
Esto de vivir en un mundo que agita el tener.
Yo quedo en deuda hoy, no sólo de dinero,
sino de la paga de ese crédito incómodo y roedor,
que es el dolor mismo por ser y por desear.
Sin embargo, cursa en mi una deuda impagable.
Debo dar crédito a ese dinero que me hace desear,
que me desborda, que me complace,
y que vuelve a hacer a mi dolor.
Mi padre, que en paz descanse,
trabajador incansable para que yo sea.
Esto de tener para comer y vivir.
Esto de vivir en un mundo que agita el tener.
Yo quedo en deuda hoy, no sólo de dinero,
sino de la paga de ese crédito incómodo y roedor,
que es el dolor mismo por ser y por desear.
domingo, 8 de septiembre de 2019
Cerca
Uno de estos días
la lluvia de mis ojos cesará
porque el sol relucirá...
Uno de estos días voy a ser
ese ser que desee y todo brillará...
Uno de estos días
la música cubrirá el silencio
de las horas
y el tiempo sonreirá a mi destino...
Uno de estos días...
antes que deba partir.
la lluvia de mis ojos cesará
porque el sol relucirá...
Uno de estos días voy a ser
ese ser que desee y todo brillará...
Uno de estos días
la música cubrirá el silencio
de las horas
y el tiempo sonreirá a mi destino...
Uno de estos días...
antes que deba partir.
viernes, 6 de septiembre de 2019
Mi nombre
Cómo puedo escucharme detrás de mi nombre
tras el manto de un tiempo anterior
Cómo puedo saber qué será de mí
y de quienes dirán mi nombre
antes que mi nombre se escriba por vez primera.
Hubo un cielo antes de mi.
Y fue arrebatado a quienes me dieran nombre
Y conmigo todos sus demonios...
El cielo ya no existe.
Sólo existe un nombre
que me aplasta,
y detrás de mi agonía
alguien me nombra.
tras el manto de un tiempo anterior
Cómo puedo saber qué será de mí
y de quienes dirán mi nombre
antes que mi nombre se escriba por vez primera.
Hubo un cielo antes de mi.
Y fue arrebatado a quienes me dieran nombre
Y conmigo todos sus demonios...
El cielo ya no existe.
Sólo existe un nombre
que me aplasta,
y detrás de mi agonía
alguien me nombra.
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