Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 29 de julio de 2010

maderas de armario


la memoria está en desventaja

la mente está abierta

la mente está fría de no pensar

el corazón late para doler

late para que la memoria vuelva

invisible es mi sexo

no puedo tocar

no puedo besar

ni puedo nombrar al hombre que amo

se trata de resguardar la mentira

y protejer la apariencia

que no sepan

que no saben

que no sé

que no soy

... y él...

ese amigo que tantas carnes me da

y tantas fantasías habita...

no debe conocer mi necesidad de masturbarlo con la boca

no debe ansiar mis satisfacciones

no debe brindar su masculinidad en mi lecho...

el deberá seguir su vida

y yo...

bien, gracias

todo bien...

bien calladito

e invisible