Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

domingo, 18 de julio de 2010

Nuestra obra




No me cuenta tu traición

sino tu silencio:

la larga continuidad de indefiniciones y desencuentros

Veamos. Dijimos. Y te desentendiste del entendimiento nuestro.

Sólo subyace tu amor a vos... tu amor que evita el vencimiento, que tiene preservante.

Elixir alucinógeno que hace creer que uno puede vivir de uno mismo.

El amor puto es amor bacteria. Tiene la naturaleza de fagocitar individualidades. Tiene la loca impresión de hacer lógica propia. Y no tiene nada.

Dos gritos y dos palabras hacen falta para dividir dos unidades otrora unidas en su propia indiferencia. Y después?

Después el silencio, señores. Y aquí no hay telón ni aplausos.