Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

viernes, 13 de agosto de 2010

Sombrero por dios Eros (o el que da la sombra al dios ese)

Ah... palabrero,

me invitaste a tu mesa

pordiosero de palabras.

Ah... palabrero,

¿cómo se escribe un suspiro?

Tu mesa está plagada de seres extraños,

tan extraños como la misma gente.

Ay palabrero

no me quites las palabras para hacer un molino

no me pidas las palabras pordiosero

no juegues con mi destino...

que soy distinto

que soy distante

que soy diestro, palabrero.

Me invitaste a tu mesa palabrero.

¿Dónde pusiste el sombrero?

¡Pájaro azul!

¡Pájaro palabras!

¿Dónde está mi sombrero?