Fracasamos de nuevo.
Oigo su corazón porque fue mío.
La línea de sus manos recorre el marco de la puerta y llega a mi pecho.
Entra.
Consigue la llave y devela el misterio.
Siento.
Me desnuda la energía y siente a la par. Siente.
Es mío.
Pronto sabremos que fue sólo un encuentro.
Pronto la línea de la puerta dibujará su figura...
y luego de la luz de baño apagaré la mía para verlo ir.
"¿Te acompaño?"
"No es necesario. Nos mantenemos en contacto."
Una vez más la piel se revela arisca... manchada de sales y de caricias olvidadas.
Encuentro en mí el refugio para esconderme.
Apago la luz...
Apago mis deseos. Olvido su nombre.
Comienzo a dormir en la noche oscura.