Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

sábado, 21 de enero de 2017

Aire

Sonamos las trompetas al viento.

Los funerales en fila.

Las pésimas pócimas plácidas de petreos encantos.

Todo tenía tentaciones como tensas trampas trémulas.

Al viento las vivas voces del vicio.

Y así... quedé solo una noche... quedé solo de tantos muertos.