Sabría decirlo diferente,
si mi corazón no latiese solo.
Mi departamento está lleno de cosas.
Mi cabeza está llena de huecos.
Vaciando aún la memoria,
dejo trazos de retorno hacia ninguna parte.
Estamos subiendo la empinada pendiente.
Vamos yendo juntos
mi yo, mi otro yo, mi historia, mi niño interior.
Amigos perdidos, parejas, trabajos...
¿Qué sentido tiene vivir sobreviviendo?