Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Arista

Sabría decirlo diferente,

si mi corazón no latiese solo.

Mi departamento está lleno de cosas.

Mi cabeza está llena de huecos.

Vaciando aún la memoria,

dejo trazos de retorno hacia ninguna parte.

Estamos subiendo la empinada pendiente.

Vamos yendo juntos

mi yo, mi otro yo, mi historia, mi niño interior.

Amigos perdidos, parejas, trabajos...

¿Qué sentido tiene vivir sobreviviendo?