Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Semejante a la noche


La noche se cierne sobre las luces del amanecer

como en una lucha constante corceles azabache impregnan el nacimiento del día

Vienen unos pies descalzos a despuntar el alba

pero detienen su marcha ante lo inevitable.

Como un lobo sigiloso la negrura lo colma todo,

su peso insoportable ya está sobre todas las cosas.

Un manto pesado y denso aprieta la existencia de los pasos

que se vuelven sobre sí atormentados trágicamente por la asfixia de la nada.

Hubo un tiempo en que amanecían las cosas y la noche descansaba tras una luna invisible,

Hubo un tiempo de sol, de colores y la nada era solo una palabra.

En este apocalipsis de las cosas: ¿cómo se nombra una esperanza?