Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

viernes, 28 de agosto de 2009

Enamorado

Está bien que me leas
y te estrelles en mis palabras,
como algo nuevo,
como algo diferente,
como algo cotidiano.
Te hablo a vos,
a alguien que desconozco
y porque te conozco.
Siempre lo mismo.
Siempre diferente.
Te invito a seguir leyendo
pero nunca igual
siempre diferente,
como si esto fuera algo para vos,
como si en realidad
te enamoraras de mis palabras.
Ya me dejaste entrar.
Fijate: mis palabras
quedan en vos
y ni sabés por qué magia extraña
han sido perfumadas
con el efecto que poseen.
Porque el poema
lo escriben tus ojos
no mis manos.
Javier Sosa