Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 13 de agosto de 2009

Indignación

Arranca uno a uno los recuerdos...
llévalos todos en el ataud de tu sangre...
sepúltalos en tu memoria,
déjalos secar,
marchítalos al sol,
que el calor los queme,
que el viento los esparza en la nada.

Caen silencios... caen palabras.