Se contaba que se decía que un rumor andaba y rondaba por las gentes.
Se decía de aquellos que vendríamos a cumplir promesas olvidadas...
Como plumas al viento las difamaciones volaban y nadie las recuperaba de su andar perdido...
Y llegamos justo a tiempo... para hacer nuestra promesa...
Llegamos con la firmeza de recordar nuestro legado...
Aunque del texto acorralado nadie supo decir nada.
Tarde o temprano, las malas lenguas se devorarán entre ellas de a poco.
Nosotros seguimos andando con el texto acorralado y las esperanzas despiertas.
Javier Sosa