Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 16 de julio de 2009

Remiendos y remates




Ya no importa que me inviten
a escribir mi lugar en el mundo.
O que lea la minificción
de identidades
que crearon la úlima huella
del último recorrido.

Veo pájaros
e hipocampos:
corceles de la luna
y fabularios errantes.

Me convocó la ausencia
desde el principio
de los comienzos.
De cuando no me sabía
y de antes.
De cuando llegaste
para no estar.

Anoche vino la carta
sin remitente
Anoche vino el lugar
donde me escribo.
Misterios de ningunaparte
pero con muchos destinatarios.

La carta dice que
encuentre su camino perdido.
Que busque en las hojas
que no llegaron.

El sobre voló lejos,
sin saber quién quedaba
leyendo el misterio.

Javier Sosa