Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Decir

No he venido a decir nada y esto que sigue es silencio.

Telón caido a la memoria.

Hemos sufrido en vano.

Aprender las cosas de la vida parece un discontinuo arrebato de insoportables consecuencias.

En qué universo paralelo quedamos, Roberto tú, Javier yo...

Infinitas historias de amor entre tanta pasión que no he podido satisfacer de tus mares encantados de pasividad absoluta...

Hemos estado en el tránsito continuo de las almas por nacer, y nacidos, 36 y 41 años para encontrarnos...

Quedan las inscripciones en nuestras hitorias personales... toda esa magia que quiso ser...

No fuimos culpables... sólo experiencia... y ahora mismo me pregunto... mi fidelidad absoluta no fue suficiente... ¿por qué no fue suficiente?