Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 1 de diciembre de 2016

De regreso

Las angustias se hacían mares.

Pedía un límite para esa inmensidad.

Se sentó solo en un parque frente a un lago.

Pensaba en ese amor que al regreso ya no conoció.

Y, cada tanto, una brisa le acariciaba la cabeza y le daba alas a las lágrimas.

Rato después, al secarse las lágrimas, el tiempo le vino a regalar más vida. Se puso de pie y siguió caminando.