¿Hasta cuándo la duda?
Rosa que empalidece...
Sus gusanos hambrientos
Devorando los restos de una belleza pasada.
¡Oh dicha! En tus pies, mis súplicas.
Rosa marchita...
Tu ácido aroma corrompido por el tiempo.
¿Acaso fueron las horas juntos un montón de arena en el viento?
Los sueños de nuestras pieles húmedas y las profundas satisfacciones de mi carne.
¿A dónde vas?
¿Dónde quedo?