Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

La llegada

Voy a empezar a pensar en el lenguaje del sexo. He perdido la anatomía del deseo. Es decir, algo de mi cuerpo quedó atrapado en la muerte y algo está por nacer.

Vayamos a ver a los lenguajes oscuros... vayamos a morir con ellos... porque hace tiempo y hace mucho que ni tu satisfacción ni mi deseo se unen en el silencio.

Ese nacimiento anhelado... ese hijo de nuestra carne. ¿Dónde ha quedado?