Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Ruperta

Estos latidos no mienten...

Pero tu cuerpo me asesina...

Tino.... ja ja ja ja

¡Qué bien la hacés...!

¡Qué bien!

Insolita ilusión que muere.

¡Qué mierda te voy a creer!

El chamamé te pega justo.