Relatos bajo la forma mágica de una propiedad ajena, la del lector. Autoría encubierta en mentira y espejo del que no soy... del que lee. Siniestro juego, encanto de una pasión más allá de mí mismo, inscripta en un otro siempre ausente de mí... agonía de un deseo que se hace signos: símbolos de quienes somos o hacia donde vamos... Entre el silencio y la línea que nos divide: palabras, traducciones de nosotros mismos, lenguajes de nuestra propia ausencia.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Miradas

Apaciguadas las aguas por venir...

Un mar se abría entre vos y yo...

No sabíamos nadar... nadie nos enseño y tampoco pudimos...

En lo profundo azul de esa calma mortal, nuestros cuerpos se hundieron y, alejándose mutuamente por la ondulante corriente marina, se despidieron deseándose felicidad sin fin...

Los cuerpos vagaron un tiempo... voraces los predadores hicieron suparte...

Mientras la tumba marina devoraba nuestra biología... unas almas blancas se reunían en un beso eterno cruzando miradas para disfrutar aquello que no fue posible sobre la faz de la tierra.